Cuanto mayor es la complejidad de una negociación ya sea porque involucra múltiples partes y una diversidad de asuntos o porque están implicadas diferencias culturales, étnicas o ideológicas, es una buena decisión “subirse al balcón”. Esta analogía refiere al desafío de adoptar una meta – posición frente a la negociación y así ganar perspectiva. Tomar distancia de “la escena” y adoptar una mirada de observador externo contribuye a objetivar la situación y probablemente ganar en lucidez.
Esto es lo que en algunas disciplinas se conoce como la “tercera posición perceptiva”. Siendo la primera posición la que refiere a cómo se percibe la situación desde “mi lugar” y la segunda posición a cómo se ven las cosas desde el lugar del otro buscando asumir su perspectiva.
La tercera posición o mirada “de balcón” refiere a como verá la situación un observador externo y neutral.
Adoptar las diferentes posiciones o puntos de vista aporta beneficios significativos al proceso de negociar y gestionar conflictos:
- Creatividad. Facilita la aparición de nuevos enfoques y soluciones a un mismo problema.
- Empatía. Contribuye a ponerse en el lugar del otro y comprender mejor sus razones, preocupaciones y sentimientos.
- Flexibilidad. Asumir las diferentes miradas sobre el mismo tema permite reconocer la posibilidad de diversos abordajes.
- Balance. Reconocer la existencia de nuevos enfoques compensa los sesgos propios y permite considerar decisiones más equilibradas.
- Comunicación. La mejor comprensión de los pensamientos y emociones del otro facilita una comunicación clara y minimiza los malos entendidos.
- Relación. Mejorar los niveles de empatía y comunicación con el otro tiene una repercusión significativa en la calidad de la relación.